MUJER Y LIDERAZGO: se hace camino al andar
Recientemente fui invitada a impartir una charla sobre Mujer y Roles de trabajo para una empresa dominantemente compuesta por varones.
Comencé mentalmente, como en una película de cine, a revisar mis años de experiencia en el mundo laboral en organizaciones y empresas; aterrizando a mi actividad actual como directora en mi negocio; y al evaluar internamente mis estudios e investigaciones sobre género y la actualización constante en las tendencias, llegué a la conclusión de que vamos por buen camino!, quizás no todo ha cambiado para generar una mayor igualdad en acceso al trabajo y a desconstruir los roles laborales de género a lo interno, pero sí estoy consciente que hay empresas que trascienden el check list de indicar que cumple con la equidad de género y pasan a realizar acciones más profundas y estratégicas.
Las mujeres obreras, de servicio, de producción, ejecutivas o directivas siempre hemos dado un plus en nuestro trabajo para acceder a los cargos de dirección o técnicos, ya que nos evalúan, además del conocimiento y experiencia adquirida (cuando logramos acceder a la educación), nuestra condición de mujer por ser madres reales o potenciales, por representar física o psicológicamente tal apariencia.
En este caminar hemos venido, en la mayoría de los casos, deconstruyendo nuestra propia identidad femenina, aún con las limitaciones culturales que pueda tener, para construirla sobre las bases de la masculinidad, es decir buscando la aceptación de los pares pareciéndonos a ellos y deslegitimizando nuestro ser mujer.
En esa construcción y desconstrucción de identidades vamos perdiendo nuestra esencia que es inherente a nuestro ser, aquello que nos hace y dice “seguí adelante”, “vos podés”. Las estrategias para alcanzar lo que deseamos son las que determinan el costo emocional, físico y mental de acuerdo hasta donde nuestras energías y foco lo permitan.
El ser lideresa de tu área de trabajo, de tu emprendimiento, de tu empresa pasa necesaria e indiscutiblemente por como nos vemos a nosotras mismas. Si no se logra salir de cómo concebimos los roles tradicionales laborales el camino será más empinado y tendrá un alto costo para vos y la familia. En cambio, si logras verte como lo que realmente sos, una mujer brillante, dueña de tus decisiones, abierta al aprendizaje, empática, con autoconfianza siendo bella, hermosa, luciendo tus vestidos y zapatos de preferencia te llevará, además de convertirte en líder de tu empresa, en referente para otras mujeres que necesitan salir de su “zona de confort”.
No será fácil. En el proceso encontrarás barreras de todo tipo, familiares, laborales, de amistades que te dirán eso es sólo para hombres, no te metas a ello, pero si realmente tu ser te dice que ese es tu sendero y tu evaluación personal te da mas ventajas y satisfacciones, entonces queda a tu propia decisión tomar lo que mejor te convenga.
En las áreas de trabajo siendo jefa, responsable o contando con el cargo que tengas serás sujeta a “comentarios”, “fetiches”, que es dominante, que no sabe decir las cosas, que vino de mal humor, entre otros. Simplemente porque tienen reflejado en su ADN el rol tradicional laboral de la mujer y ante eso debemos estar preparadas y alertas para que no drenen nuestros sentimientos y foco de trabajo, porque al final los y las que detractan buscan eternizar los roles que nos mantienen sumisas.
Si eres una de las que te ha tocado o estás viviendo alguna similitud, te digo: no estás sola. Con la adecuada guía interna y espiritual, apoyadas en información científica y moderna sigamos hoyando nuestro sendero para que la equidad de mujeres y hombres sea una realidad.
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